El debate de la educación sin libros de texto.

13.11.2019

   Todos los que nos preparamos para dedicarnos a la docencia, y los mismos docentes, vivimos un proceso en el que nos planteamos qué tipo de profesor/a queremos ser. Es en este momento cuando surgen preguntas como la que planteamos hoy en esta entrada: ¿queremos crear nuestro currículum en torno a un libro de texto o preferimos crear nuestro propio material?

   A raíz de esta pregunta, han surgido no pocos debates en los que encontramos opiniones tanto a favor como en contra del uso de libros de texto como material principal.

   En el primer bando, destacan el político del partido conservador británico Nick Gibbs, quien denunció en 2014 el crecimiento de un movimiento "anti-libros" y Sir Michael Wilshaw, inspector jefe de la Ofsted, quien, en 2015 durante una conferencia, afirmó que las inspecciones no podían tolerar el uso de materiales alternativos a los libros de texto de calidad. Los principales argumentos a favor son el importante papel que los libros han tenido en la historia de la educación, ya que es material impreso de calidad revisado periódicamente por las editoriales, las cuales, debido a la competencia del mercado, buscan la perfección.

   En el bando opuesto, podemos ubicar a Richard Culatta, asesor del presidente Obama y director de la Oficina de Tecnología Educativa del Departamento de Educación de los EE.UU., quien afirma que la desaparición de los libros de texto es inevitable y deseable, y que pueden ser sustituidos por aplicaciones o páginas web fáciles de editar y actualizar. Los argumentos en contra de los libros de texto se centran en la crítica en cuanto a los contenidos, la estrategia didáctica, y, sobre todo, la atención a la diversidad en el aula mediante un producto único.

   Nuestra opinión se inclina más hacia este segundo bando. Aunque no rechazamos el uso de libros de texto como materiales de apoyo, no estamos de acuerdo en realizar un currículum basándonos solamente en un único recurso. Este tipo de currículum cerrado está estrechamente relacionado con el paradigma educativo racional-tecnológico, en el cual el docente es simplemente el técnico, es decir, el que lleva a cabo lo impuesto por otros (editoriales principalmente).

   La sociedad avanza a pasos de gigante, por lo que la educación debe avanzar al mismo tiempo. La tendencia social actual, el postmodernismo, rechaza la racionalidad de la realidad y la existencia de una verdad absoluta, por lo que ensalza la importancia de la pluralidad y la variedad de puntos de vista, interpretaciones de la realidad, culturas, modos de vida, ideologías y voces. Existen múltiples verdades. Es por esta razón que no se debe enseñar desde un currículum tradicional y occidentalocéntrico, pues no refleja la realidad de forma veraz. En definitiva, la propia sociedad exige un cambio en la educación.

   Así mismo, imaginamos nuestro rol de docente como un rol agente-creador. Somos capaces de complicarnos la vida creando nuestro propio material, utilizando todos los recursos que tenemos al alcance de nuestra mano y sin desatender la diversidad a la que nos vamos a enfrentar. ¿Por qué no hacerlo? Debemos proporcionar a los estudiantes las herramientas necesarias para que construyan su propio conocimiento y, además, lo interioricen; y no solo administrárselo mediante un embudo.

   Si deseas participar en el debate que hemos creado, sigue nuestra cuenta de Instagram @desatornillandopupitres y comenta en la publicación relacionada. 

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